La energía solar es una de las más limpias que existen y la más sostenible. No genera apenas residuos y. Además, una vez realizado el desembolso inicial e instaladas las placas solares correspondientes, su mantenimiento es relativamente barato, por lo que implica un gran ahorro respecto a la factura de la electricidad proporcionada por las compañías eléctricas.
Para empezar a hacer uso de la energía solar, basta con instalar unos paneles solares, cosa que pueden hacer las empresas comercializadoras o vosotros mismos, comprando un kit autoinstalable.
Existen tres tipos de paneles solares:
Un kit de paneles solares es un pack que incluye una o más placas solares y todos los accesorios necesarios para generar y almacenar electricidad, incluyendo al menos una batería y los correspondientes conectores.
Actualmente casi todos los kits de paneles existentes en el mercado son fotovoltaicos. No obstante, no todos los kits solares son iguales, así que hay que seleccionar el que mejor se ajuste a nuestro presupuesto, pero también a nuestras necesidades de consumo eléctrico.
Para conocer esas necesidades existen distintas calculadoras disponibles en la red con las que podréis calcular vuestro consumo medio en base al uso que hagáis de los distintos dispositivos eléctricos. El consumo eléctrico determinará el tamaño de las placas solares que necesitaréis y la capacidad de almacenaje de las baterías. Cuanto más eficiente sea un kit mayor energía generará.
Una vez establecida la capacidad del kit, debéis tener claro cuál de los siguientes tipos os conviene más:
Son los que se usan en edificios a los que no llega la red eléctrica o en viviendas móviles y caravanas que, por su propia idiosincrasia, solo pueden enchufarse a la red en determinadas ocasiones. También son de este tipo los kits e pequeña capacidad que se usan para mantener en marcha electrodomésticos pequeños o calentadores y que no se conectan a la red eléctrica.
Son los kits que se conectan directamente a la red eléctrica de las casas y alimentan las bombillas y electrodomésticos junto con esta red convencional. Estos kits suelen incluir un sistema que evita que la energía generada por los paneles fotovoltaicos y que no se gasta en el funcionamiento de los electrodomésticos y la iluminación se vierta a la red eléctrica.
También debéis tener en cuenta la climatología de vuestra región. Los kits fotovoltaicos son más eficientes cuán más soleado sea el lugar dónde se instalen, y también juega una gran importancia la orientación de la instalación. Cuanto mejor orientada esté más productiva va a ser.
Asimismo, cuando nos fijemos en el precio, que obviamente está relacionado con el resto de especificaciones, hay que atender también al tiempo de vida estimado de la batería, ya que la batería es una de las piezas más caras del kit y la frecuencia con que haya que cambiarlas es importante para entender el coste final del producto.
Y, finalmente, hay que atender al voltaje. Muchos kits incluyen un inversor de corriente para que sea posible usarlos en distintos contextos, desde voltajes bajos (12 Voltios en el caso de caravanas y autocaravanas) a los habituales en viviendas y otros edificios. Convertir la energía al voltaje adecuado es imprescindible, así que el kit incluya o no conversor de corriente es algo a tener en cuenta.