Los faros de coche son una de las partes más frágiles del automóvil: se rayan con facilidad, y cuando estos rayajos son muy numerosos la luz empieza a verse mal, con lo cual es posible que se tenga que reparar o cambiar el faro. Mantener los faros en perfecto estado no solo es necesario para garantizar la estética del vehículo, sino también para garantizar su seguridad.
Por eso los kits de restauración y reparación de faros se han hecho tan populares, porque permiten mantener los faros en buen estado con poco esfuerzo y por mucho menos de lo que costaría llevar el coche al taller.
Lo primero a lo que hay que atender es a los componentes. No todos los kits incluyen los mismos elementos y no todos están enfocados al mismo tipo de reparación. Según sus componentes, existen dos tipos de kit:
La diferencia entre lijar y pulir es bastante importante, ya que el sistema es completamente distinto. Los kits de pulido suelen poder usarse en cualquier sitio, ya que los productos se aplican a mano, mientras que los kits de lijado suelen traer un adaptador para un taladro, de manera que el lijado no sea manual sino mecánico. Por tanto, requiere de tener un taladro a mano, y eso significa muy a menudo que sólo pueden usarse en casa.
Además, pulir suele ser más sencillo que lijar y requiere de menos esfuerzo. Por no hablar de que la probabilidad de dañar los faros si no se usan las lijas correctamente es bastante elevada.
También hay que atender a la cantidad de producto que se incluye en cada kit, porque los hay que son de un solo uso, mientras que otros valen para usarlos más de una vez. Evidentemente, cuántos más usos permita, más útil va a ser.
Eso vale tanto para los líquidos de pulido como para los discos y lijas, que serán más aprovechables cuanto mejores sean los materiales.
Hay que fijarse en la facilidad de aplicación. En principio no existe ningún kit de restauración y pulido de faros que sea difícil de usar, pero sí los hay que son más engorrosos que otros. Es conveniente leer las instrucciones que aparecen en la caja antes de hacerse con un kit de reparación de faros, para estar seguros de que realmente seremos capaces de usarlo correctamente. No es lo mismo usar un disco de pulir que una lija, y si además hay que aplicar un producto químico la cosa se hace más farragosa.
Finalmente, hay que fijarse en el precio, obviamente, ya que el presupuesto del que se dispone es diferente en cada caso, y tampoco está de más el fijarse en el tipo de producto y su impacto ambiental, así como su nivel de corrosión. Los productos químicos pueden dañar igual que pueden reparar, y es importante conocerlos bien antes de usarlos.